lunes, octubre 16, 2006

No fue por el sueño



Mi mente estaba en otro lado.
Estaba quizás demasiado concentrado en lo que acontecía, y en lo que había sido esa noche.
Las luces de la ciudad, acrecentaban los reflejos en las superficies, y más que concentrarme en la ruta, miraba ese rostro en mi mente.
La noche, que siempre fue fría, fue entibiándose, mas que con el dialogo, gracias a la calefacción del vehiculo.
Fue en ese momento cuando me di cuenta…
Ya estaba metido en el problema, no había marcha atrás.
No podía negar lo que sentía en ese momento. Miedo.
Quizás miedo, a que las cosas no resultaran como yo quería, o de que mis pensamientos invocaran un mal destino.
No dije nada, lo diría cuando llegara a su casa.
Mi intención era que estuviera tranquila, y que lo tomara con toda la calma posible.
Ya no miraba su rostro, que tanta paz me traía.
Solo pensaba en lo que me pasaba, en lo que sentía. Preocupación.
Y mantenía la esperanza. Todo saldrá bien.
Una vez completado el recorrido, pude decirlo.
Sentí un alivio al poder contárselo, fue un alivio saber que ella ya lo sabía, y que quizás me comprendía.
Era inevitable sentir preocupación.
Mira... En 10 años este momento no va a significar nada - me dijo
Quizás no. – Dije yo.
Todavía me quedaba todo el viaje de vuelta a mi casa… sin ningún puto documento.

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