El deporte de los reyes

El otro día fui al club hípico.
Un lugar de una arquitectura preciosa, El actual edificio, obra del arquitecto chileno don Josué Smith Solar, fue inaugurado el 7 de abril de 1923. (Este es el dato rosa de hoy).
Pude ver la perspectiva desde otro punto.
Desde los salones ultra VIPS. (Ese que esta destinado a los dueños de las Aras y criadores)
Claro, desde esa perspectiva, si que es el deporte de los reyes.

Ver un par de carreras sentadito, tomándose un capuchino, y comiéndose un barros luco, es algo que entretiene mucho, y sirve claramente para hacer un alto en la cotidianeidad del trabajo diario.
La sensación de apostar, y aunque pierdas, el haber hinchado por un jinete en particular.

Siempre me cargaron los teletrak, claro esta. El teletrak pierde la magia de la hípica, esa que desde antaño se habla, y hoy se ha olvidado.

PD: perdí luka.